jueves, 12 de septiembre de 2013

Al Atardecer

Al atardecer,
me he encontrado
una lágrima,
llorando.

Ha sido desalentador.
¿Cómo consolar a una lágrima triste?

La más tierna caricia
serviría para hacerla
desaparecer.

Las palabras,
sólo son eso,
palabras.

Torpe de mí
me siento a su lado,
invento historietas
que le hagan sonreir,
le cuento verdades
a medias.

No doy para más.

Con su mirada
me lo agradece,
pero yo
no soy capaz
de hacerle sentir mejor.

Reflejado en ella
me puedo observar abatido.

La duda me invade.
¿He sido capaz de
entender alguna vez a
una lágrima?

Espero a que se desvanezca
y me voy a casa
llorando.

Kiko Vallejo

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