domingo, 10 de octubre de 2010

Yo nací un día de Otoño

Nunca os lo he contado pero
yo nací un día de Otoño.

He tratado muchas veces
de recordar ese instante
pero no lo consigo,
solo puedo imaginarlo.

Durante doce años
fui totalmente feliz
aunque no sé
si lo recuerdo
o lo imagino.

A partir de ahí
si que tengo claro que
no soy capaz de distinguir
situaciones imaginarias
de recuerdos,
¿qué le vamos a hacer?

Hay momentos
en que disfruto recordando
mis amores
y por consideración
suelo imaginar
que me importó perderlos.
¿No se realmente si es así?,
yo que sé,
la verdad
que podría hacer memoria.

Otras veces me imagino
como han sido
los últimos años,
solitario,
incomprensible,
incomprendido,
desaliñado,
bohemio,
soñador,
¡que imaginación tengo!,
luego me siento a reflexionar,
mi imaginación
no da para tanto,
deben ser recuerdos.

Lo que más me gusta
son esos ratitos
muy míos
cuando rememoro
aquella noche que la Luna
me sacó a bailar
y esa tarde que
pasé escuchando
como crecía
la hierba
y aquella mañana
que tumbado
panza arriba
moldeaba las nubes
a mi antojo,
buenos recuerdos.

Creo que estoy
algo confuso,
al menos me contentaré
creyendo que
yo nací un día de Otoño.

Kiko Vallejo

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