domingo, 29 de mayo de 2011

El derecho a estar INDIGNADO

Hoy voy a dejar aparcadas las poesías, los relatos y los desvaríos. No puede ser de otra manera. Cuando uno presencia determinados comportamientos y actitudes no debe quedarse callado, no puede permanecer indiferente.
Podría recurrir a toda una retahíla interminable de adjetivos para definir los actos protagonizados por la policía el 27 de mayo de 2011, en Barcelona, pero voy a dejar a vuestro criterio la valoración de lo hechos .

Quisieron desalojar a los Indignados de la Plaza de Catalunya, “por higiene”, y, por si llegaba el caso de que el Barça pudiese celebrar su triunfo europeo, muchísimo más importante, sin duda, que el reclamo que hace el movimiento del 15 de mayo.

Sin demorarse mucho, los medios de "información" sacaron a los políticos de turno diciendo las tonterías de turno.  Abrieron los armarios y pusieron a despotricar a todo tipo de comentaristas surrealistas que, de modo sistemático, defendían argumentos insostenibles para justificar dicha intervención policial.
 
 
No nos tomen por gilipollas y háganse un favor, por más que les paguen, no traten de justificar actuaciones que no tienen lógica, que son indefendibles.  Es más, el sentido común me dice que si ustedes lo tuviesen no podrían por menos que estar INDIGNADOS  ante esto:







Podría poner muchas fotos de estas, pero es más de lo mismo. 

Entre muchas cosas que soy, soy totalmente apolítico y, además, soy un ciudadano. Uno de esos que les cuesta llegar a fin de mes. Por las mañanas trabajo. Por las tardes estudio. Desde hace años soy consciente que desde la política y por la acción de los políticos, mi vida no va a mejorar. Es más, caben muchas posibilidades que por sus decisiones empeore.

Eso sí, soy un ciudadano.

Tengo derechos.
Tengo derecho a ser gobernado.
Tengo derecho a elegir a las personas que no me van a representar, pero si me van a gobernar.
Tengo derecho a tener políticos corruptos.
Tengo derecho a tener políticos que, hagan lo hagan, no correrán con ninguna responsabilidad por sus actos.
Tengo derecho a escuchar por parte de nuestros gobernantes que la democracia es un "conjunto de leyes".
Tengo derecho a disfrutar de una jornada de reflexión cada cuatro años. (suelo extralimitarme en el disfrute de éste en concreto. No lo digo muy alto, no se les ocurra multarme.)
Tengo derecho a que los más inoperantes se perpetúen en todo tipo de cargos de responsabilidad.
Tengo derecho a acatar, pero no a protestar.
Tengo derecho a asentir, sin más.
Tengo derecho a pagar impuestos.
Tengo derecho a que los mandatarios inviertan el dinero público en reflotar a unos bancos privados que se han hundido gracias a sus propias prácticas especulativas.
Tengo derecho a ver como cuatro listos se lo quedan todo.
Tengo derecho a no tener una casa.
Tengo derecho a un trabajo precario.
Tengo derecho a un salario de risa.
Tengo derecho a imaginarme una vida mejor, pero no a reivindicarla.
Tengo derecho a escuchar por los medios de información un volumen ingente de sandeces.
Tengo derecho a ir a una plaza a alabar y venerar a un autobús de futbolistas que entre todos cobran en un año lo mismo que 40.000 mileuristas.
Tengo derecho a que venga la policía y si lo considera apropiado me rompa la cabeza, es por mi bien.

 
Y con mi mala memoria, seguro que se me olvidan la mitad o más de mis derechos.

Pese a todos estos derechos, soy un ingrato y un egoísta. Y en mi afán por tener más de lo que tengo me he concedido uno más, el derecho a estar INDIGNADO.


Kiko Vallejo

4 comentarios:

  1. AMÉN.
    Me alegra coincidir en nuestra INDIGNACIÓN.

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  2. Nunca antes la palabra indignación, se había clamado con mayor dignidad. Vosotros los jóvenes, estáis dando una lección inolvidable. Qué mala suerte la de nuestros hijos, pensábamos los más cándidos; qué malos tiempos les ha tocado vivir...y resignados no hemos tenido los suficientes redaños para salir a la calle mucho antes que vosotros,... por vosotros. Gracias a Dios, creo que no hemos llegado tarde. Llena de nostalgia te digo...te canto... aquellos versos que nunca debimos olvidar " en la calle codo a codo, somos muchos más que dos"

    Quédate con todo mi apoyo, mi abrazo, y con aquella parte del recuerdo de mi juventud que aún me habita. Un beso muy grande.

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  3. A Quien Pueda Interesar…

    Taller Literario Personal.

    Pronto !

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  4. Una indignación con un cometido muy concluyente...aunque te olvidaste mencionar el motivo que promovió tal texto: el derecho a que te inflen de ostias y resignarse a quedar quieto para no deslegitimar tus actos.
    Si les pegan, peguen. Con la cabeza emanando ríos de sangre, nos quedó claro el acto de paz...

    Duró toda una cena

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